Historia de un ferretero

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La idea de fundar un negocio ferretero nació cuando Emilio Cruz Chajón tenía 40 años de edad. Él era propietario de una tienda de abarrotes. Una vez tuvo la necesidad de comprar materiales de ferretería, visitó algunos sitios, pero no encontraba lo que buscaba o bien era mal atendido. En ese momento le pasó por la mente que él podría ser quien montara uno de estos negocios y que sería allí donde los clientes encontrarán todo lo que las anteriores no le ofrecían.

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Desde ese momento comenzó a pulir la idea. Inicialmente compró una pequeña caja con tornillos y algunos toneles de metal para disimular que en el sitio donde pondría su negocio estaría surtido. El 21 de julio de 1972, por fin logró alquilar un local de apenas 100 m2 ubicado sobre la avenida Petapa, entre calle 19 y 20 de la zona 12 en la ciudad de Guatemala. De esta forma surge Ferretería Petapa. Los dos primeros trabajadores del negocio eran Cruz y su esposa Elisa Villeda. Pero ella no podía dedicarse de lleno a la ferretería, en vista que la tienda de abarrotes aún permanecía abierta.

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El Sr. Emilio Cruz inició con el negocio cuya idea principal era vender productos ferreteros en medio de un lugar donde prevaleciera el buen servicio y los buenos precios. Pasaron los años, la familia creció, el hogar de los Cruz Villeda ya contaba con cuatro hijos: dos hombres y dos mujeres que, mientras crecían apoyaban el negocio familiar. Los hijos conocieron los secretos de compraventa de los productos, la importancia de entablar amistad con los clientes, y en sí toda la administración que requiere una empresa. También aprendieron que debían acoplarse a los cambios que sufría el mercado. Con el paso de los años, se abrió la posibilidad de comprar los terrenos que estaban frente a la ferretería, una oportunidad que no se desaprovechó y así construyeron el Edificio Petapa, donde hoy se encuentran las oficinas centrales.